motiva
más quedarme en un país una temporada para poder conocer la idiosincrasia del
mísmo. Lo que pasa que el asunto tiene miga, porque ves la realidad del país al
que vas en función de tu propia realidad. Te creas una visión del mismo, que si
bien es similar a la que otros compatriotas relatan, tiene también mucho de
subjetiva.
Lo
que desde luego si que aprendes es a conocerte mejor a ti mismo, a superarte, a
salir de tu zona de confort (aquí, lo quieras o no, la situación misma te
empuja), a lidiar con todas tus miserias, a tener las emociones a flor de piel,
a tener días en que parece que te comes el mundo y días en los que no sabes si
cortarte las venas o dejartelas largas. Y en muchos casos a lidiar con la
soledad.
El que no
se haya encontrado con dificultades que tira la primera pieda, ahí te va alguna
y las emociones que te provocan:
-Idioma: ponté tu a pedir un
aumento de sueldo en alemán, a ver quién es el guapo. Ay, que vulnerabilidad se siente amiga, cuando una
no puede expresarse como le gustaría.
-Diferencias
culturales: cada uno tiene sus
modos de trabajo, de vida, a veces te provoca tristeza,
ira, rechazo, alegría.
-Desconocimiento
de las leyes y los derechos: gabinete de crisis, me
han salido humedades en el piso, ¿y ahora que hago? Igual son las caras de
Belmez. Madre, que frustración cuando no
sabes que hacer ni a quién acudir.
-Sentirse más sóla que la una: Pues eso, que te entra
morriña de tus amigos, tu familia, tu perro. No estás en tu casa, por lo que no
puedes dar por garantizado que vayas a tener a alguien siempre ahí para apoyarte.
Creo que estando en esta situación creas unos vínculos muy fuertes con las
personas con las que te relacionas aquí pero sientes nostalgia de tu familia, de tus amigos.
-Sensación de lucha constante: Has encontrado piso,
ahora ya sólo te queda buscar trabajo, hacer amigos, entender al panadero.
Total, pequeñeces. Esto te provoca una incertidumbre
constanste, te preguntas que será lo próximo
y empiezas a sentir una necesidad brutal
de controlar todo, necesitas seguridad, te quieres aferrar a lo que tienes
como un clavo ardiendo.
Contando
esto no quiero dar una visión dura de la inmigración, me parece una experiencia
totalmente positiva trabajar en otro país,
pero considero necesario comentarlo para poder explicar las emociones
que una tiene y ver que nos pueden enseñar.
Y
bien AHÍ TE
VA TODO LO QUE HE APRENDIDO: