LAS 15 COSAS QUE HE APRENDIDO DE EXPATRIADA

A mí siempre me ha encantado viajar, sea como sea. Me gusta ir de turista pero reconozco que me
motiva más quedarme en un país una temporada para poder conocer la idiosincrasia del mísmo. Lo que pasa que el asunto tiene miga, porque ves la realidad del país al que vas en función de tu propia realidad. Te creas una visión del mismo, que si bien es similar a la que otros compatriotas relatan, tiene también mucho de subjetiva.

Lo que desde luego si que aprendes es a conocerte mejor a ti mismo, a superarte, a salir de tu zona de confort (aquí, lo quieras o no, la situación misma te empuja), a lidiar con todas tus miserias, a tener las emociones a flor de piel, a tener días en que parece que te comes el mundo y días en los que no sabes si cortarte las venas o dejartelas largas. Y en muchos casos a lidiar con la soledad.

El que no se haya encontrado con dificultades que tira la primera pieda, ahí te va alguna y las emociones que te provocan:

-Idioma: ponté tu a pedir un aumento de sueldo en alemán, a ver quién es el guapo. Ay, que vulnerabilidad se siente amiga, cuando una no puede expresarse como le gustaría.

-Diferencias culturales: cada uno tiene sus modos de trabajo, de vida, a veces te provoca tristeza, ira, rechazo, alegría.

-Desconocimiento de las leyes y los derechos: gabinete de crisis, me han salido humedades en el piso, ¿y ahora que hago? Igual son las caras de Belmez. Madre, que frustración cuando no sabes que hacer ni a quién acudir.

-Sentirse más sóla que la una: Pues eso, que te entra morriña de tus amigos, tu familia, tu perro. No estás en tu casa, por lo que no puedes dar por garantizado que vayas a tener a alguien siempre ahí para apoyarte. Creo que estando en esta situación creas unos vínculos muy fuertes con las personas con las que te relacionas aquí pero sientes nostalgia de tu familia, de tus amigos.

-Sensación de lucha constante: Has encontrado piso, ahora ya sólo te queda buscar trabajo, hacer amigos, entender al panadero. Total, pequeñeces. Esto te provoca una incertidumbre constanste, te preguntas que será lo próximo  y empiezas a sentir una necesidad brutal de controlar todo, necesitas seguridad, te quieres aferrar a lo que tienes como un clavo ardiendo.

Contando esto no quiero dar una visión dura de la inmigración, me parece una experiencia totalmente positiva trabajar en otro país,  pero considero necesario comentarlo para poder explicar las emociones que una tiene y ver que nos pueden enseñar. 

expatriada



Y bien AHÍ TE VA TODO LO QUE HE APRENDIDO: