Carta al trabajo duro (motivación en estado puro)


¡Tienes que ver este video! Es uno de mis favoritos, un impulso a poner toda la carne en el asador, a ir a por lo que quieres por mucho que cueste, confiar en que la perseverancia te va a llevar a donde quieres estar. Lidiar con el miedo a sufrir o a fracasar nos ayuda a avanzar. Vete a por tus sueños y no abandones. ¡Sé un cazador de sueños!
 

Querido trabajo duro:
Solía odiarte,
Cuando llamabas mi nombre, huía de ti
Cuando sabía que vendrías, me escondía de ti,
Cuando influenciabas a otros para que me hablen de ti
rápidamente inventaba excusas para alejarme de ti.


Miedo al dolor, porque no quería hacerme daño
Miedo al fracaso, así que ni siquiera lo intentaba.
Miedo a tu nombre, por lo que has hecho a otros,


¿Quién te crees que eres?
Asustándome por quien eres.


El reflejo en el espejo,
la sombra detrás de mí,
doy un paso y sigues delante de mi.
El sudor en mi cara, las lágrimas en los ojos,
Sigo adelante,


He oído decir que no mientes
que conviertes a los pobres en ricos
Las malas calificaciones en buenas


¿Hay algo que no puedas hacer?

Ahora mírame,
Me hiciste quien soy hoy
y gracias a ti tengo esta actitud de nunca perder, nunca rendirse


¿Abandonar?

Esa palabra no está en mi vocabulario
Cuando ellos abandonan, yo sigo adelante
Cuando duermen, yo trabajo más duro,
Cuando me dicen que no puedo y no cuentan conmigo,
les muestro que puedo.
Cuando les hablo de mis sueños y se ríen,
me aseguro de reír el último


Soy un cazador de sueños,
eso significa que persigo mis sueños y solo los míos.
Solo yo puedo vencerme,
soy yo contra mi entrenamiento,
no hay derrota – no voy a perder.
Llegue hasta aquí y no voy a parar ahora.


Querido “trabajo duro”.
Mi papá tenía razón sobre ti.Cumples lo que prometes, y por eso, te amo.

¿Cómo no voy a hacerlo?
Ya no me escondo de ti.


Estoy esperándote.
De hecho ¿donde estás?
Te necesito, porque en el TRABAJO DURO yo CONFÍO…


EL PRECIO DE EVOLUCIONAR ¿ESTÁS DISPUESTA A PAGARLO?


Yo soy una de esas personas a las que les cuesta mucho arriesgar, cada vez que quiero hacer algo nuevo le doy mil vueltas hasta hacerlo, o peor, le doy mil vueltas hasta no hacerlo, por lo que desperdicio un montón de tiempo para nada.

Mis dudas casi siempre van en la línea de ¿estaré haciendo lo correcto? ¿y si me arrepiento? Lo curioso es que realmente, no hay nada correcto o incorrecto (como alguien dijo alguna vez Todo es cuestión de perspectiva: Para las langostas que estaban en la pecera del Titanic fue un milagro lo que pasó) y por otro lado, en el libro “los cinco arrepentimientos de los moribundos” escrito por Bronnie Ware, experta en cuidados paliativos y enfermos terminales,  el principal arrepentimiento de mucha gente es 'ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera'. Es decir, la gente se arrepiente más de los que no ha hecho que de lo que ha hecho y le ha salido mal.

El caso que hace una semanas estaba yo con unos conocidos y uno de ellos, que es además amigo mío, nos comentó algo de un proyecto que había llevado a cabo de caracter profesional y que había sido un fracaso estrepitoso. Visto desde fuera, a todos nos resultaba bastante descabellada su ídea (pero no olvidemos que cada uno vemos la realidad desde nuestra perspectiva, tal vez lo que a mí me parece descabellado no lo es en absoluto sino que yo lo vivo así debido a mi sistema de creencias).

evolucionar

 Bueno, a lo que iba, varios de los conocidos mostraron su opinión de una manera un tanto brusca, hablando de lo absurdo del asunto y demás. Yo, aunque realmente podía coincidir con esta forma de pensar me sentí un poco abrumada por la manera en que manifestaban sus opiniones. ¿Que aportas diciendo lo absurdo que consideras un proyecto si no ofreces ninguna solución ni ofreces una perspectiva nueva? ¿es realmente útil para la persona que lo está viviendo? ¿estás haciendo una crítica constructiva para que el otro pueda aprender de ello?

El caso que pasados unos días volví a pensar en esta situación y vi que, efecivamente, alguna de aquellas personas que criquitaban tan vehemente la ídea, raramente cometían errores o se metían en problemas, casi nunca hacían nada descabellado, no tenían sobresaltos, no estaban inquietos por un posible acontecimiento. Pero claro, de lo que también me dí cuenta es que realmente ¿que hacían interesante? ¿con que vibraban? ¿que hacían que disfrutaran a tope aún a espensas del resultado? Y realmente, no encontré nada.

Cuando me viné a vivir a Alemania, cada vez que tenía que enfrentarme a una situación nueva y me sentía frustrada, me preguntaba a mi misma que que necesidad tenía yo de meterme en problemas, que por que tenía que andar siempre enfrascada en cosas nuevas o que por qué no podía adaptarme a las rutinas. En esos momentos me acordaba de las personas que conozco que no se meten nunca en problemas, que no tienen sobresaltos. Quería ser como ellos, me sentía incluso mal conmigo misma por no conformarme con las cosas de siempre.Sin embargo ahora me ha cambiado la perspectiva.

Volví a pensar en el caso de mi amigo, en el proyecto en el que se había embarcado y le había salido mal. De todo esto, el había sacado un gran aprendizaje, había experimentado cosas nuevas, se le habían ocurrido nuevas ídeas, se había conocido mejor a sí mismo y había aprendico como lidiar con su frustración, entre otras coas. Luego lo comparé con los otros amigos que raras veces se meten en problemas y me di cuenta que estos amigos, también son una representación física de mi voz interna, de ese pequeño “perrocerdo” que dicen los alemanes, que está en mi cabeza y me dices cosas del tipo: como vas a hacer esto, como vas a hacer lo otro y me vino una frase de Seth Godin a la cabeza. “El coste de equivocarse es menor que el de no hacer nada”. Y que verdad es, ¿que pasará dentro de 10 años?, que no tendrás nada malo que contar pero igual tampoco nada bueno porque no has querido hacer nada que te implique mover el culo y hacer cosas que igual te dan miedo.

Antes pensaba que el precio por querer cambiar algo de tu vida, cambiar de profesión , de hábitos, de modo de vida era muy alto. Siempre pensaba que para que que quieres pagar un precio pudiendo quedarte en tu entorno conocido y no renunciar a muchas cosas que para ti son importantes.

Sin embargo ahora estoy contenta de pagar el precio. Tu también pagas un precio cuando haces algo nuevo, lo pagas con incertidumbre, con momentos bajos, con dudas pero ¿sabes qué? Me he dado cuenta de que si hubieras optado por mantenerte en situaciones conocidas que no te convencen hubieras podido ahorrarte todo ese precio, pero tendrías que haber pagado otro precio, casi tan alto sino mayor. El precio de no evolucionar, el precio de no vivir, el precio de no conocerte mejor a mi misma, el precio de no vivir tus emociones en estado puro, el precio de no apreciar lo que tienes o lo que pierdes porque estás anestesiada viviendo en blanco y negro cuando pudieras vivir en tecnicolor. 

No podemos decir que una opción es mejor que otra, mantenerse en la zona conocida o probar a ampliar nuestro mundo, lo que sí podemos decir es que tomes una opción u otra, siempre vas a tener que pagar un precio y cuanto antes lo sepamos y antes aceptemos que hay que pagar un precio más conscientes seremos a la hora de elegir cual de los dos precios queremos pagar.
 
Por eso, paguemos el precio que paguemos hagámoslo con gusto, desde la elección personal:

vivir aquí y ahora


Y es que no es cuestión de cuantos días vivas sino de cuan intensa sea tú vida. Os dejo un resumen del cuento de Jorge Bucay que lo describe a la perfección. Si prefieres lo puedes ver entero en video: https://www.youtube.com/watch?v=swsmhlI3Piw
El Buscador (de Jorge Bucay)

Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención El buscador empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar y descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … "Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días". Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. 

El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó.
El buscador le preguntó: ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar?

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fué lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…? ¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones? Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba.

Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido...

Y tu ¿cuantos días de tu vida vives?
¡Nos alegrará conocer tu opinión en los comentarios!

Sabiduria de Will Smith

Grandes mensajes de motivación y sabiduría en este video de Will Smith, merece la pena escucharlo e integrar sus enseñanzas. Os dejo algunos de los fragmentos que más me han gustado.

-La grandeza existe en todos nosotros:
Tan simple como eso: “Sé quién soy, sé en que creo y eso es todo lo que necesito saber”

-No haya atajos para el éxito:
La diferencia entre talento y habilidad es que el talento lo tienes naturalmente. La habilidad  sólo se desarrolla a través de horas y horas de dedicarte a tu actividad. No hay un modo fácil de hacerlo. No importa lo talentoso que seas si no estás capacitado, sino estudias, sino trabajas realmente duro y no te dedicas a ser mejor cada día, nunca serás capaz de comunicar tu arte a la gente que quieres.

-Por un ladrillo cada vez:
Su padre derribó un muro y le dijo a él y a su hermano cuando eran pequeños que lo reconstruyeran. Ellos pensaban que era imposible pero al final lo lograron. "No tienes que pensar en construir el muro más alto ni el mejor muro, tienes que pensar en voy a poner este ladrillo de forma más perfecta como se pueda poner. Y lo haces todos los días y ahí tienes el muro."

-Enfócate en marcar la diferencia:
Quiero que el mundo sea mejor porque yo estuve aquí. Si no estás haciendo que la vida de otro sea mejor, entonces estás desperdiciando tu tiempo.

-Tienes que creer:
El primer paso, antes de que alguien más lo crea, tienes que creerlo tú.
 

-Narra es irrealista:
Es irrealista entrar a una habitación, pulsar un interruptor  y tener luz. No es realista Afortunadamente Edison no pensaba así. No es realista pensar que doblarás un pedazo de metal y enviarás personas volando sobre el océano. No es realista. Pero afortunadamente los hermanos Wright y otros no creyeron eso.

-Nuestros pensamientos son físicos:
Hay un poder redentor en el tomar una decisión, más que sentir que eres un efecto de todas las cosas que están pasando. Haz una elección, decide que será, quién serás, como lo harás. Simplemente decide.

-Realmente tienes que enfocarte:
Realmente tienes que enfocarte con toda tu vibración, tu corazón y tu creatividad.

-Ataca tus miedos:
Odio tener temor de hacer algo, y creo que lo que se desarrollo en mis comienzos fue la actitud de que comen a atacar cosas de las que tenía miedo.

-Protege tu sueño:

Cuando las personas no pueden hacer algo, quieren decirte que tú tampoco puedes. ¿Quieres algo? Vé, y logralo. Punto

Grandes palabras de Will Smith que nos recuerdan que está en nuestra mano elegir la forma en la que vivimos nuestra vida. Es una cuestión de entrenar nuestra mente, creer en nosotros, no dejarnos desmotivar por las opiniones de los demás, creer en lo imposible y poner el foco en lo que queremos, poniendo toda la carne en el asador, nuestro corazón y nuestra energia. Trabajar nuestra actitud mental y enfrentarnos a las cosas que nos dan miedo. Empezar con pequeñas acciónes, pensar en grande y actuar en pequeño.