POR QUÉ NOS DESMOTIVAMOS Y COMO RECUPERAR LA MOTIVACIÓN

En pleno agosto y con un calor de infarto me encuentro con un amigo haciendo jogging. El caso que le pregunto que como podía tener ganas de correr con este calor, y me dice que no le apetecía ni un poquito pero que tenía claro que quería correr determinada maratón.
 
Esto me llevó a pensar sobre la motivación. Desde luego en este caso la motivación no le pilló tumbado en el sofá con el aire acondicionado sino que fue él, el que llamó a la motivación. 

Todos hemos tenido épocas en las que estamos desilusionados, no nos salen las cosas como queremos, nos hemos llevado alguna decepción y algún proyecto que empezamos con mucha motivación ha quedado relegado, porque la motivación nos ha abandonado.

Aquí tenemos la cara y cruz de la moneda. La motivación no es permanente pero la buena noticia es que si ella no viene a nosotros, nosotros podemos ir a ella creándola día a día.

Podríamos decir que si realmente tienes muchas ganas de hacer algo, lo tienes en mente desde hace tiempo, lo más probable es que la motivación esté, escondida, pero esté. Tal vez está debajo de una bruma de confusión o de miedo pero está. La clave no es esperar a que llegue la motivación sino disipar la bruma que está obstaculizando nuestra motivación.

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A veces tenemos una serie de bloqueos que lo llenan todo de bruma y no nos dejan ver la motivación, te cuento algunos de los que nos obstaculizan, que seguro te suenan:

-Esperar a estar completamente motivados y con plena convicción de que nos saldrán las cosas bien. Lo que lleva a la motivación es la acción, en cuanto des los primeros pasos tendrás más ganas de continuar, la inercia actúa a nuestro favor. Y respecto a la convicción de que todo va a salir bien, tendremos que lidiar con la incertidumbre, porque vivir es lo que tiene.

-Esperar a tener la suficiente confianza y seguridad en nosotros mismos. Aquí igual que en el caso anterior, irás ganando la seguridad a medida que emprendas acción. Ya os conté la anécdota de cuando aprendí a andar en bicicleta que me daba más miedo que un nublado, y pasar a la acción es lo que me dio la seguridad y la motivación.

-No tener ni idea de cómo empezar a hacer lo que quieres hacer. Esto es algo que desmotiva mucho, quieres hacer algo pero no tienes ni idea de cómo hacerlo, pues da igual empieza y en cuanto tomes acción irás viendo la luz al final del túnel.

Como ves de los obstáculos anteriores, lo que nos lleva a recuperar la motivación es la acción. Es decir, olvídate de la motivación y pasa a la acción, ponle pasión y diversión a todo lo que hagas. “Actúa: el primer paso es la mitad del camino” Visto esto, tomemos acción, pequeños y simples pasos que nos pueden ayudar a recuperar la motivación:

-Cambia tu perspectiva: cuando estás desmotivado es fácil dejarse llevar por la negatividad. De hecho, tal vez tengas motivos, no es fácil estar motivado cuando las cosas te salen mal pero si es posible cambiar la actitud que tienes ante los problemas:
Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento. Viktor Frankl

-Revisa tu diálogo interno: cuando estás desmotivado sueles fijarte en todo lo negativo, tú dialogo interno es negativo. Si eres consciente de tus pensamientos, también puedes elegir mejorarlos. Una manera de hacerlo es practicar la gratitud, enfocándote conscientemente en lo positivo que tienes que agradecer, disiparás esa negatividad.

-Cuida el lenguaje: cuando te pilles en este dialogo interno negativo cámbialo por otro más positivo: en lugar de “no puedo hacerlo” di “¿Cómo puedo hacerlo? 

-Cambia tu postura corporal: al estar desmotivados tendemos a ir cabizbajos y encogidos como el jorobado de Notre Dame. Ponte recto y sonríe aunque no tengas ganas, las ganas llegarán. Actúa como si estuvieras motivado.

-Se honesto: si te sientes mal habla con un amigo, te darás cuenta de que no eres el único que pasas por momentos de desmotivación y te servirán de apoyo. Intenta ceñirte a los hechos de porque estás desmotivado sin caer en el rol de la víctima.

-Sal afuera y conoce gente: ya que estás en esta situación intenta conectar con gente que estando en tu situación o habiendo pasado por algo similar han conseguido recuperar la motivación, te pueden servir de referente.

-Recuerda tu para qué: a mí este me parece uno de los aspectos más importantes, cuando tienes clara tu visión, el para qué quieres conseguir una meta, llevarás a cabo las acciones necesarias con mucha más motivación. 

Hemos mencionado anteriormente el caso de mi amigo que se va a correr en pleno agosto, las ganas son diferentes cuando tienes claro que quieres conseguir con ello que si no sabes para que lo haces.
Visualiza lo bien que te vas a sentir cuando hayas logrado lo que quieres. Tómate la vida como un juego y juégalo siendo fiel a ti mismo y haciendo aquello que te motive. Piensa en los beneficios de conseguir aquello que quieres.

Fíjate que diferente se puede ver una misma realidad cuando tenemos un para qué:


Cuenta una vieja historia que en una antigua e importante ciudad europea en el medievo había tres hombres trabajando en una obra. Los tres estaban colocando piedras, una tras otra, que iban uniendo con argamasa.

Se acercó un peregrino al primero y tras saludarle le preguntó con curiosidad sobre lo que estaba haciendo. Casi sin mirarlo, incluso algo molesto ante quien pregunta lo obvio, el hombre que estaba trabajando le dijo que estaba poniendo ladrillos.

Se acercó el peregrino a un segundo hombre que estaba trabajando unos metros más allá y con la misma curiosidad, tras saludarlo, también le preguntó sobre qué era lo que estaba haciendo. Este segundo hombre le dijo que estaba levantando una pared.

Aun tuvo curiosidad el peregrino para acercarse al tercer hombre que estaba unos metros más allá y tras saludarle también le pregunto sobre qué era lo que estaba haciendo. Este tercer hombre, miró con entusiasmo al peregrino y le espeto: estoy construyendo una hermosa catedral.


-Créate un plan de acción: hemos comentado antes que a veces la motivación está empañada de bruma porque tenemos tal caos mental que no sabemos cómo hacer las cosas ni cómo empezar que nos desmotivamos. Créate un plan de acción, organízate en una agenda las distintas actividades que quieres realizar y ponles fecha.

-Utiliza música motivadora y videos de motivación, inspírate con las cosas del día a día, ponte post inspiradores. 
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-Créate un lugar de trabajo agradable y organizado.

-Búscate un compañero con el que te comprometas en cumplir determinadas acciones, eso te ayudará a mantenerte motivado.

-Crea automatismos y rutinas diarias que te ayuden a motivarte: deporte, rutinas de agradecimiento, diario de logros, visualizaciones, afirmaciones, etc.

-Ponte las cosas fáciles: si estás pensando en ir a nadar al día siguiente y sabes que tu motivación se puede ver quebrada, prepárate la bolsa el día anterior, tenlo todo dispuesto para no poder ponerte excusas.

-Simplifica tus tareas: Si hay algo que tienes que hacer que te abruma, elimina lo accesorio y céntrate en lo importante, no te dejes cegar por el perfeccionismo.

-Haz las tareas difíciles primero

-Elimina las distracciones a tope para evitar caer en la procrastinación

-Obtén resultados y festéjalos

-Sumérgete en el tema pero no descuides las demás áreas de tu vida que van bien, a veces es necesario desconectar y apoyarnos en otra cosa para llevar mejor los momentos de bajón.

-Rodéate de gente con objetivos similares a los tuyos. Ya sabes que cada uno tiende a identificarse con los de su manada.

Como puedes ver la motivación es algo que va y viene. No podemos esperar estar siempre motivados pero sí que podemos ser parte activa para recuperar la motivación perdida y para dispersar la bruma que está bloqueando nuestra motivación.

Y tú ¿Qué haces para motivarte? Cuéntanoslo en los comentarios y comparte este artículo con todo aquel que necesita de motivación.

VACACIONES PARA LA MENTE: LOS BENEFICIOS DE DESCONECTAR


Hace poco vino a visitarme una amiga a Alemania y como te puedes imaginar me hizo una ilusión enorme. Vino con su familia, que es encantadora, así que fue una semana muy especial. 

Durante esa semana cambie mi rutina totalmente, desconecté del día a día y me dí cuenta de lo importante que es cambiar de aires, olvidarse de todo y disfrutar de la vida.

Pues bien, ahora que estamos en Agosto aprovecho para tomarme unas vacaciones, hablar de por qué es importante no hacer nada y que beneficios nos reporta, que son muchos más de los que parecen.

LA RUEDA DE LA PRODUCTIVIDAD

Yo no sé tú, pero yo soy una persona bastante activa,  me encanta hacer cosas y aprovechar el tiempo, pero por otro lado desde que estoy en Alemania, sociedad desde mi punto de vista muy orientada hacia la productividad, noto que el querer ser tan productiva a veces me desgasta.

Esto lo estamos viendo también con los niños, después del cole se van que si a piano, inglés, fútbol y un sinfín de actividades extra escolares. Esto limita el tiempo en el que están simplemente jugando o buscando formas de entretenerse.

Querer ser siempre tan productivos puede traer consigo consecuencias:

-Exceso de responsabilidad: está muy bien ser responsable, pero querer hacer mil cosas y hacerlas todas bien no permite a nuestra mente descansar y estamos en continuo estado de estrés.

-Necesidad de estar siempre ocupado: en las redes sociales vemos un sinfín de eventos en los que participar y la cantidad de cosas que, en teoría, la gente hace. Esto, a veces, nos lleva a pensar que tendríamos que hacer más cosas o vivir una vida más excitante, ser más productivos, etc...

-Culpabilidad cuando no estamos haciendo nada de “provecho”

Esto hace que nuestra creatividad no fluya y tiene un efecto negativo en nuestra autoestima.

POR QUÉ NOS CUESTA PERMITIRNOS NO HACER NADA

Tirarse el día a la bartola sin hacer nada puede generar culpabilidad a muchos. De ahí que llenemos nuestro tiempo con actividades para considerarnos productivos y no tener la sensación de no hacer nada.

Esto tiene que ver mucho con nuestras sociedades, que parece que si no haces nada eres un vago. ¿pero es realmente así o es simplemente una creencia aprendida?  La naturaleza humana no está pensada para estar continuamente produciendo, así que no pasa nada sin no siempre somos productivos.

Hay veces incluso, que cuando hablas con algunas personas y les preguntas cómo se encuentran o que es lo que les preocupa no son capaces de decírtelo porque están demasiado ocupados como para pensar en ello.


invertir en uno mismo y descansar


BENEFICIOS DE DESCONECTAR DEL DÍA A DÍA

Para que lo veas más claro y no te sientas culpable por permitirte a ti mismo no hacer nada te muestro los beneficios:

-Desconectar la mente impulsa las ideas y la creatividad. Al no hacer nada dejas que tu mente fluya, vienen ideas nuevas, llega la inspiración que tal vez habíamos perdido.

-Dejar de tomar decisiones por un tiempo nos hace sentirnos más libres, menos encorsetados, nos da margen para fluir.

-Los espacios de calma previenen el estrés, la ansiedad y el pensamiento negativo.
Una mente en calma trae fuerza interior y confianza en uno mismo, por eso es muy importante para la buena salud Dalai Lama

-Parar es bueno para reparar, para escucharnos a nosotros mismos, escuchar las nuevas ideas que llegan desde dentro y no dejarnos llevar por el ruido que viene de fuera. Podemos ver el propósito en lo que hacemos, disfrutar de nuestra soledad y desarrollar nuevas ideas.

-Nos permite regalarnos tiempo a nosotros mismos y soñar despiertos.
“Soñar despierto es cultivar la creatividad oculta de nuestro olvidado niño anterior” Gonzalo Tamayo

-Nos ayuda a reorganizar nuestro planes o ideas y darles un empujón

-Tomas distancia de aquello que te preocupa y así lo puedes ver con otros ojos desde el desapego.

Ahora que ves las ventajas de desconectar seguro que las quieres aprovechar en tu día a día y no sólo cuando estás de vacaciones.

SUGERENCIAS PARA DESCONECTAR

-Pasear por la naturaleza: a parte de la sensación de bienestar que nos proporciona, caminar por el campo mejora un 20% la memoria a corto plazo. Logramos el equilibrio de nuestra mente gracias al equilibrio que hay en la naturaleza.

-Observa lo que sucede a tu alrededor: A veces estamos tan inmersos en el día a día que vamos por la vida como pollo sin cabeza sin darnos cuenta de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Nuestro entorno es una fuente brutal de crecimiento, inspiración y aprendizaje, si sabemos aprovecharla.

-Cuando te lleguen pensamientos negativos elige conscientemente aplazarlos o anotarlos en una libreta  hasta que decidas afrontarlos.

-Céntrate en el aquí y en el ahora: ¿tu te duchas sólo? Te lo pregunto porque mucha gente se ducha con el jefe, el vecino, el panadero. Es decir, estamos pensando en aquella conversación que tuvimos con el jefe, lo que tenemos que ir a comprar luego, etc.. en lugar de vivir el aquí y el ahora. Sentir como cae el agua sobre nosotros, relajarnos..

Es decir pon el foco en el momento presente, esto es aplicable a todas las áreas, poner el foco en el momento presente y enfocarnos en lo que queremos.

vivir aquí y ahora


-Invierte tiempo en ti: a fin de cuentas tu eres tu mayor activo. Si te notas en un momento de bajón puedes mimarte a ti mismo.

-Disfruta de los buenos recuerdos que te proporcionan las anécdotas de las vacaciones para usarlo como combustible en momentos del año que se te hacen más duros.

-Disfrutar del proceso: a veces nos concentramos demasiado en el resultado de las acciones que hacemos cuando donde podemos encontrar el disfrute es en el proceso.

-Disfruta de las pequeñas cosas: un desayuno tranquilo el fin de semana, acariciar a tu mascota, saborear los pequeños placeres de la vida, etc...

Podemos decir que el ritmo de la sociedad nos lleva a querer ser siempre productivos y es bueno pararse, tomar tiempo para nosotros, aprovechar los beneficios que nos reporta descansar y ser conscientes de que no somos vagos por invertir tiempo en nosotros. Un supuesto “tiempo perdido” puede traducirse en una gran ganancia personal.

Y tu ¿que haces para desconectar? ¿te permites tomarte tiempo para ti y disfrutar?
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LIDIAR CON LAS TRISTEZAS COTIDIANAS

¿Quién no ha tenido un mal día? Suena el despertador y te sientes cansado, apático, sin ganas de nada. Diríamos que te invade la tristeza y claro, te quieres deshacer de ella lo antes posible, te esfuerzas por estar alegre o por lo menos aparentarlo. 

La tristeza se suele dar cuando hemos perdido algo, o a alguien, lo cual implica un cambio en nuestras vidas. Por ello es necesaria, porque activa el proceso psicológico que nos permite superar pérdidas, fracasos o decepciones.

¿COMO FUNCIONA LA TRISTEZA?
La tristeza nos insta a parar, a escucharnos a nosotros mismos, a cuidarnos y comprender que es lo que estamos sintiendo. Es decir, la tristeza lleva consigo un retraimiento porque primero tenemos que identificarla.

La tristeza te hace detenerte y cuidarte, ver lo que necesitas. Si no eres capaz de entender lo que sientes y que es lo que necesitas te desconectas de tu propia esencia y dejas en manos ajenas tus propias necesidades. 


acepta la tristeza

LO QUE NOS PUEDE AYUDAR PARA SALIR DE LA TRISTEZA
-Identificar claramente la emoción: no intentar huir de ella, refugiarla con la máscara de la ira, o simplemente, no darnos tiempo para indagar en nuestro interior y ver cual es el motivo último de esta tristeza. Si tenemos identificado lo que nos provoca tristeza ,podemos establecer distancia de la situación y así hacer que la herida cicatrice antes.

A veces se esconden muchas cosas detrás, por ejemplo, si te sientes defraudo con algún amigo puede ser que tengas miedo a que otros te traicionen también o que tu autoestima esté baja y pienses que no eres capaz de encontrar amigos que te respeten.

-Aceptarla y permitirnos sentirla: No te esfuerces en aparentar alegría si realmente te sientes triste, permítete llorar y desahógate con alguien cercano.

-Poner la emoción en contexto, es decir trata de darte a ti mismo una explicación coherente del motivo por el que estás triste: “Es normal que este triste, mi amiga me ha defraudado después de años de amistad, cualquiera en mi situación se sentiría dolido”

-Ser agradecido y no perder la perspectiva: Cuando estamos tristes tendemos a centrarnos tanto en lo negativo, que perdemos la perspectiva global de la situación. De ahí que sea importante poner la emoción en contexto y practicar el agradecimiento como rutina porque sino al estar tan centrados en lo negativo, se nos pasan por alto las cosas positivas.

-Trabajar el lenguaje corporal: pequeños gestos como sonreír o enderezarnos cambian la química cerebral y nos permiten sentirnos mejor.

-Evitar el aislamiento, si bien al principio es normal retraerse para sentir lo que nuestra tristeza nos está diciendo, más adelante, una vez aceptada esta, hemos de rodearnos de otras personas.
No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide sobre tu cabellera” Proverbio chino

-Ayuda a otros. Involucrarte en algún proyecto social, solidarizarte con otros, es de las cosas que más alegría proporciona.

-Interrumpir la negatividad: una vez que nos damos cuenta de estos pensamientos negativos, romper conscientemente con estos pensamientos. Si nuestro dialogo interno es negativo, por ejemplo “la vida es una lucha” “todo me sale mal” cambiarlo por frases más positivas guardando el realismo “ hay cosas que me salen mal, pero otras bien.”

-Cambiar el foco: centrar la atención en algo diferente, traer a nuestra memoria un recuerdo alegre.

-Cuidado con hacer de la tristeza un hábito para no enfrentarte a tus problemas. Nos resistimos al cambio y nos acomodamos en la apatía, pero para poder salir de ella lo mejor es aceptar la situación tal cual es y no lamentarnos por siempre, sino actuar para cambiar las cosas.

-Responsabilízate de tu vida. Por muy mala que sea la situación o lo que te ha provocado esa tristeza en tu mano está como lidias con esa situación. Si no te atreves a gestionar los cambios necesarios para salir de esta encrucijada, te sentirás todavía peor contigo mismo. La cobardía alimenta la tristeza.

Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte: los valientes gustan la muerte sólo una vez” William Shakespeare

-Plantéate nuevos proyectos y nuevas metas, todo dentro de la medida de tus fuerzas, igual en este momento puede ser algo pequeño pero que te de un propósito porque la alegría brota del desarrollo. Una de las cosas que más tristeza provocan en la vida es retroceder o no avanzar en la vida.


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-Cuidarse y mimarse a uno mismo: hacer deporte, darse un capricho, dejar atrás las exigencias y las expectativas. Al final la tristeza muchas veces esta ligada a la falta de autoestima.

-Enfocarte en las soluciones, no en los problemas: busca soluciones creativas.

-Entrenar el humor, por poco que nos apetezca siempre ayuda. 

Crecer, aprender y evolucionar para mi son muy importantes cuando te sientes alicaído, por eso te dejo este escrito que ví por primera vez hace muchos años y me encantó.

"Lo mejor para la tristeza --contestó Merlín, empezando a soplar y resoplar-- es aprender algo. Es lo único que no falla nunca. Puedes envejecer y sentir toda tu anatomía temblorosa; puedes permanecer durante horas por la noche escuchando el desorden de tus venas; puedes echar de menos a tu único amor; puedes ver al mundo a tu alrededor devastado por locos perversos; o saber que tu honor es pisoteado por las cloacas de inteligencias inferiores. Entonces sólo hay una cosa posible: aprender. Aprender por qué se mueve el mundo y lo que hace que se mueva. Es lo único que la inteligencia no puede agotar, ni alienar, que nunca la tortura, que nunca le inspirará miedo ni desconfianza y que nunca soñará con lamentar, de la que nunca se arrepentirá.

Aprender es lo que te conviene.

Mira la cantidad de cosas que puedes aprender: la ciencia pura, la única pureza que existe. Entonces puedes aprender astronomía en el espacio de una vida, historia natural en tres, literatura en seis.

Y entonces después de haber agotado un millón de vidas en biología y medicina y teología y geografía e historia y economía, pues, entonces puedes empezar a hacer una rueda de carreta con la madera apropiada, o pasar cincuenta años aprendiendo a empezar a vencer a tu contrincante en esgrima. Y después de eso, puedes empezar de nuevo con las matemáticas hasta que sea tiempo de aprender a arar la tierra."

Terence White,
The Once and Future King, Putnam's Sons, Nueva York.
¿que haces tu cuando estás triste? Si conoces a alguien que esté alicaído comparte el artículo en tus redes sociales para que el mensaje llegue a más gente