REINVENTARSE LABORALMENTE EN EL EXTRANJERO SI ES POSIBLE

Lo mismo que fluimos con la vida y nos vamos rediseñando como personas, también lo hacemos como profesionales. Cada vez son más las personas que después de pasar unos años desarrollando una profesión deciden hacer algo nuevo porque les surgen nuevas inquietudes o porque deciden retomar sueños dormidos desde la niñez.

Reinventarse profesionalmente, tal como yo lo veo, es un proceso de crecimiento personal impresionante, una oportunidad de conocernos mejor a nosotros mismos, de enfrentarnos a nuestros fantasmas y conocer nuestros límites.

Si bien reinventarse es una gran experiencia vital, es también un proceso lleno de retos, sobre todo si lo haces en el extranjero. Para ello, que mejor que contaros el caso de Yulia Kaplya, que pasó de ser abogada en Rusia, con su propio despacho de abogados, a maquilladora profesional en Alemania.



A Yulia el destino le llevó de vivir de vivir en Moscú, ciudad de más de 12 millones de habitantes con un ritmo frenético y su propia empresa, a Frankfurt, para comenzar una nueva andadura.

Los comienzos siempre tienen su punto de dureza y de aventura, aprender un idioma nuevo, adaptarse a una cultura diferente, enfrentarse a nuevas situaciones etc... Todo esto te mantiene ocupado durante un buen tiempo pero más adelante, si eres una persona inquieta como Yulia, necesitas nuevos retos.

Mucha gente continúa con su profesión en otro país pero en el caso de Yulia el cuerpo le pedía hacer cosas nuevas. Practicar el derecho en Alemania no era una opción que se ajustase a su actual yo. Quería hacer algo más artístico, algo en lo que pusiese su corazón, que le naciese de dentro y que le permitiese desarrollar su faceta creativa.

Yulia lleva varios años viviendo en Heidelberg y fueron varias las opciones que se le pasaron por la cabeza, pensó en abrir una pastelería en lugar de hacerse maquilladora. Afortunadamente, se decantó por la segunda opción.



Yulia es capaz de reconocer el potencial en una mujer y reflejar toda esa belleza en su rostro, destacando lo más característico de ella y convirtiendo esto en una experiencia fantástica para quién se pone en sus manos. Son ya muchas las novias que han confiado en ella para conseguir el estilismo perfecto y más acorde a su personalidad.

Cuando conoces a Yulia te parece una persona amable y reservada. Poco a poco descubres que tiene un corazón de oro y que su fuerza y tenacidad la llevan a cualquier lugar que ella quiera. Así que cuando se decidió a seguir por este camino todos las que la conocemos sabíamos que no sería una más en su gremio sino que sería alguien que se distinguiría por un estilo proprio y una profesionalidad extrema.

Los principios para Yulia no fueron fáciles, la vida en Rusia también es otra. Como letrada siempre iba de punta en blanco y gozaba del prestigio de una profesión reconocida. Dejar todo atrás para emprender algo nuevo guiado por la pasión que te nace de dentro no es una decisión sencilla.

Sin embargo la vida es fluir, ya nos lo decía Bruce Lee, “se como el agua amigo mío”, si ofrecemos resistencia a la vida, esta puede contigo porque no hay nada más grande que la vida. Sin embargo si fluimos con ella, encontraremos un camino a través de la vida, superando las dificultades como los ríos van abriendo sus caminos a través de las colinas y las montañas.

Os pongo el ejemplo de Yulia para que veamos que todos tenemos miedo a hacer algo nuevo. Dejar el estatus de un trabajo reconocido para hacer algo diferente que no sabes si va a resultar o no, requiere mucho valor.

¿Como superar este primer momento en el que dudas si hacer algo nuevo o seguir como estás?

-Trabajar tu mentalidad: Yulia, como otros emprendedores ha trabajado mucho su mentalidad. Ella decidió que quería trabajar para ella misma, hacer las cosas a su manera y hacer algo que le gusta. Para ello, se tuvo que trabajar la gestión del miedo, la mentalidad del éxito y elegir muy bien a quién le cuenta sus proyectos y la gente de la que se rodea.

-creer en ti: Formarte en otro país no siempre es fácil, las dificultades en el idioma te pueden llevar a dudar de ti mismo, pero la vida rueda y de repente un día, aquellos que tal vez no apostaron tanto por ti te llaman para pedirte consejo para que digas como estás logrando crecer y tener éxito. Es en esos momentos de duda, cuando tenemos que recordar lo que valemos y tener fe en la vida y en nosotros mismos.

-Esfuérzate cada día en ser la mejor versión de ti mismo. No basta sólo con aprender sino en seguir avanzando cada día, dando lo mejor y apostando por conseguir lo máximo. Invierte en ti y en tu formación, no te conformes con algo mediocre y vete a por lo mejor.

-Guíate por tu intuición: Yulia es una persona muy intuitiva y con gran sensibilidad artística, por lo tanto enseguida sabe que es lo que mejor le va a quedar a una mujer. Sin embargo la pasión sola no es lo que te lleva a avanzar en tu profesión. Hay otras cosas:

.Planificar
.Tener una visión
.Comprometerse

-Preocúpate de lo que a ti te pide el cuerpo y no de lo que los otros te digan: no dejes que sean los demás los que te digan que es lo mejor para ti. Cuando Yulia decidió dejar atrás su vida en Rusia no fueron pocos los que cuestionaron su decisión pero ella decidió ser fiel a si misma.

-Estate dispuesto a pagar el precio: no siempre todo va a ser fácil, tendrás que renunciar a muchas cosas, exponerte a la incertidumbre y salir de tu zona de confort.

Como una imagen vale más que mil palabras aquí os dejo un link a los trabajos de Yulia.
web y Facebook

Y tu ¿te has reinventado o piensas hacerlo? Comparte con nosotros tu historia y cuéntanos que es lo que más te está costando o te ha costado y en que momento de desarrollo profesional te encuentras.

Si te ha gustado este post compártelo con todo aquel al que creas que le puede ser útil y suscríbete a mi blog para recibir inspiración semanal.

TRES IDEAS PARA AUMENTAR LA FUERZA DE VOLUNTAD

Ay amigos, como nos gusta a veces engañarnos poniéndonos excusas como que no tengo fuerza de voluntad para hacer esto o lo otro. Y si bien es cierto, que puede que algunos no tengamos la fuerza de voluntad muy desarrollada, también es cierto que es algo que se puede entrenar.

La fuerza de voluntad es como un músculo, se puede entrenar, pero ojo! También se agota, por lo que hay que saber dosificarla. La fuerza de voluntad no nace, se hace.

Para poder entrenar nuestra fuerza de voluntad conviene antes saber cuales son aquellos obstáculos que nos lo pueden poner más difícil:

FRENOS A LA HORA DE DESARROLLAR NUESTRA FUERZA DE VOLUNTAD

-Falta de claridad: si no tenemos claro lo que queremos y el para qué lo queremos nos será mucho más difícil desarrollara la fuerza de voluntad.

Ej: ¿que quiero? Tener mucho dinero. Si bien, esto es un objetivo claro, lo importante aquí sería para qué: por ejemplo, para poder viajar a donde quiera, para poder comprarme una cosa en la playa o para poder disfrutar de mi tiempo libre.

-Falta de organización: no dejes que reine el caos. Pongamos por caso que te planteas ir a nadar un par de días a la semana y luego ves el tiempo y te da pereza. Hazlo más fácil y deja las cosas preparadas el día anterior.

-La procrastinación: ya te conté en este artículo como nuestra mascota, el monito de la gratificación instantánea, nos engaña para que hagamos algo fácil y gratificante en lugar de aquello que nos requiere un esfuerzo.
No te rindas
Y ahora sí, vamos al lío:
COMO FOMENTAR NUESTRA FUERZA DE VOLUNTAD



Entrenarla como un músculo:

-Haz lo más importante, lo que más pereza te da, lo primero.

-Créate rutinas, hábitos: se requiere fuerza de voluntad para crear hábitos pero una vez que los hayas creado, estos hábitos trabajarán por ti.

Ojo con la exigencia y el perfeccionismo, si un día no lo cumples no pasa nada, se compasivo, no te boicotees.

-Haz cada día algo que no te apetezca, sal de la zona de confort.

-Recuerda que la fuerza de voluntad se agota, así que planea también momentos de descanso.

-La voluntad se entrena a poquitos, vete paso a paso.
        -Pequeños actos de voluntad, comienza con algo pequeño.
        -No quieras cambiar demasiadas cosas a la vez.
        -Conquista por partes: piensa en grande y actúa en pequeño.

Tener claro cual es tu para qué y planificar

-Ganar claridad: tener claros tus objetivos y tu para qué.

-Establecer tus objetivos por escrito y ponerte fechas límite para llevarlos a cabo.

-Mide tu progreso y celebra tus éxitos.

-Camina en la dirección de lo que quieres.

-Rodéate de la gente correcta.

-Proyéctate en el futuro: cómo te gustaría estar dentro de un tiempo concreto.

-Evita las distracciones.

-Búscate un compañero de andanza con quien puedas compartir tus metas y progresos.

-Cambia tu diálogo interno, recuerda que la manera en la que te hables a ti mismo determina como vives tu vida. Tu mentalidad determina tu destino.

-Gestiona bien tu tiempo y sácale el jugo a la vida.


Ser perseverante y comprometerte contigo mismo

Seguro que te ha pasado alguna vez, que no has terminado lo que habías comenzado y eso te ha hecho sentirte fatal. O que te has faltado la palabra a ti mismo cuando tenías pensado hacer algo y al final no lo has hecho.

Y es que, cuando nos faltamos la palabra a nosotros mismos, dañamos nuestra autoestima.

Recuerda que la vida es una carrera de resistencia, tenemos que ir poniendo ladrillo a ladrillo.

Donde va nuestro foco va nuestra energía, por eso hay que saber muy bien que es lo que queremos y enfocarnos a tope en ello.


En ocasiones cuando nos planteamos objetivos a largo plazo y nos cuesta obtener resultados nos resulta difícil seguir motivados y es duro perseverar y no tirar la toalla pero recuerda que para poder cosechar hay primero que plantar, para poder más tarde, recoger los frutos. Nada mejor que una fábula para ilustrar todo esto:

El Helecho y el Bambú

Un día decidí darme por vencido...renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida. Fui al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio.

-¿Podría darme una buena razón para no darme por vencido? Le pregunté.

-Mira a tu alrededor, me respondió, ¿ves el helecho y el bambú?

-Sí, respondí.

-Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.

-En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el quinto año un pequeño brote de bambú se asomó en la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.

-El sexto año, el bambú creció más de 20 metros de altura. Se había pasado cinco años echando raíces que lo sostuvieran. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.

-¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces? Le dijo el anciano y continuó...

-El bambú tiene un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.

-Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida, le dijo el anciano y continuó...

-La felicidad te mantiene dulce. Los intentos te mantienen fuerte. Las penas te mantienen humano. Las caídas te mantienen humilde. El éxito te mantiene brillante...

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes... quizá sólo estés echando raíces…

Si te ha gustado este artículo compártelo con todo aquél que lo pueda necesitar y suscríbete a mi canal para recibir inspiración semanal.






EL MIEDO A EQUIVOCARNOS Y EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR

Cuando somos niños nos suelen preguntar que queremos ser de mayores. Y generalmente todos los niños responden con brillo en los ojos y te cuentan aquello que les nace del corazón: bombero, profesor, actor, etc.

Con el paso de los años ese brillo de los ojos desaparece y lo que es peor, los sueños se desvanecen. No seré yo quien diga que no hay que ser realista en esta vida y planear muy bien que queremos hacer profesionalmente ya que invertimos mucho tiempo y energía en nuestro trabajo.

Sin embargo, de ser realistas a anestesiarnos va un trecho. Las relaciones profesionales al igual que las personales no siempre son sencillas y como en todo, aunque en la cultura empresarial manden los números, la comunicación interpersonal juega un gran papel, en ocasiones, desde mi humilde opinión, minusvalorado.

Cuando trabajas en el extranjero, si no eres bilingüe y no te has criado en esa cultura, compensas las posibles deficiencias en el idioma agudizando otros sentidos, desarrollas más la intuición y practicas más la observación y la escucha activa, o por lo menos este ha sido mi caso. 

Esto te hace ver las cosas desde una perspectiva muy curiosa, desde la posición del observador. Cosas que dabas por sentado por tu cultura, para bien o para mal, aquí son de otra manera. Se te desarrolla un espíritu crítico y no puedes evitar replantearte el mundo laboral desde una perspectiva más humana. Al final, el mayor activo de las empresas son las personas, ¿o no?

equivocarse

Sin entrar aquí si esto que observé hace ya tiempo en una empresa en la que trabajé, ocurre o no en los distintos países, me ha hecho reflexionar sobre la vida en general. Te cuento, el caso que yo soy muy preguntona, cuando no entiendo algo lo pregunto y lo mismo que me he encontrado gente profesional que te ayuda en lo que puede, me he encontrado gente que no tiene particular interés en aclararte nada.

Expresarte con sutileza, escoger el tono adecuado, saber decir las cosas en el momento necesario es más difícil en otro idioma. Por esto, ante la desidia de algunas personas al hacerles preguntas, lo achacaba al idioma. Más tarde me dí cuenta de que no era cuestión de idioma, era cuestión, en muchos casos, de falta de interés en ayudarte. 

Observando la situación más atentamente, me dí cuenta también de que muchas personas mostraban una actitud hostil porque ni ellos mismos sabían como hacer las cosas por lo que eludían el tema como podían. Vaya, que ellos en su momento por no parecer tontos a la hora de preguntar o no encontrarse con hostilidad, hacían las cosas como mejor podían, e iban, como diríamos, saliendo del paso.

Ojo, que lo que te cuento aquí se que pasa en todos los lados y no pretendo con esto comparar culturas empresariales en distintos países (uf, eso me daría para un libro y además, que quieres, me parece tremendamente aburrido), supongo que yo me he percatado de esto por la cuestión idiomática que te comentada antes.

Desde mi perspectiva, esta situación genera desidia, baja productividad, nula creatividad, escasa motivación y falta de cooperación. Y me he acordado del cuento infantil “El traje nuevo del emperador” Por si no os acordáis del cuento os hago un pequeño resumen.

Unos espabilados, que decían ser prestigiosos sastres, se presentan en la corte del emperador y le dicen que le confeccionarán el traje más maravilloso del mundo, y que además tiene la cualidad de que solo lo pueden ver las personas realmente inteligentes.

Los supuestos sastres no confeccionaban ninguna prenda, solamente fingían y se guardaban los caros materiales para ellos. Una vez terminado el imaginario traje lo llevan al emperador para que se lo pruebe.

Le sienta perfectamente, según ellos, claro. El emperador no puede ver la prenda, pero como no quiere aparecer como un tonto, alaba a sus nuevos sastres por su maravillosa creación. Lo mismo hace toda la corte.

Todo parecía perfecto hasta que un niño dijo “el emperador está desnudo” .Fue la única persona del reino que se atrevió a decir lo que veía. Esto por supuesto lo veían todos, pero no lo querían decir por no parecer ineptos, por miedo a lo que su jefe pudiera pensar de ellos.

engañarnos


Da para mucho este tema, líderes incapaces de reconocer sus errores. Empleados dispuestos a decir que sí a todo con tal de no perder su trabajo. Supuestos sastres que saben como jugar con el ego ajeno. Y eso, que yo te hablo desde mi humilde experiencia de ciudadana de a pie. Que decir de como hemos llegado a las burbujas inmobiliarias, a las crisis que se veían venir, etc..

¿Sabes lo que te digo?, que yo si tengo que elegir ser algún personaje de este cuento, me quedo con el niño: el único que se atreve a decir la verdad. ¿Y quien sabe? Lo mismo conserva sus sueños y vive feliz con su trabajo. Lo mismo hasta ha logrado vivir de su pasión. ¿Y sabes qué?, si no lo ha logrado, por lo menos lo ha intentado. Para pertenecer a la masa anestesiada que se ha olvidado de expresar su criterio, siempre habrá tiempo. Y sino, siempre se puede aprender de la experiencia y convertirse en un buen líder.

Esta claro que el trabajo, bien ser por cuenta propia o por cuenta ajena, es una parte muy importante de nuestras vidas, mejor vivirlo alineado con nuestros valores ¿no te parece ?