Instantes


Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora. 



Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.

Poema atribuido a Borges, pero cuyo real autor sería Don Herold o Nadine Stair
A mi el poema en inglés me parece una belleza así que te lo dejo aquí por si te apetece leerlo.
                                                      

Las doce claves para dejar de fustigarnos y creer más en nosotros



Yo nunca he sido muy de tradiciones pero cuando viene alguien del extranjero a visitarme me gusta llevarle a sitios de mi región que me gusten o me resulten curiosos. A una amiga China la llevé a ver una procesión de Semana Santa y se lo pasó de cine.

Hay otra tradición que se celebra durante la Semana Santa, que son los Picaos en San Vicente, en el que un grupo de personas vestidas de blanco y con la espalda descubierta se flagelan, si no me equivoco, para redimir sus pecados. Nunca he visto esta tradicción en directo y a veces pienso que me daría impresión ver a la gente fustigándose.

Lo curioso del tema, es que todos nos autoflagelamos a veces. A mi no me ha dado todavía por coger un látigo pero lo hago con mis palabras. Mil veces me he dicho: Laura céntrate, que sólo tienes ideas descabelladas, a ver si dejas de ser tan inconformisma, o como díría José Mota,”Laura, tú tienes el sentido común justo para pasar el día”, vamos, ni un poquíto más.

O lo qué es peor, hemos asimilado como nuestra, esa voz de otras personas que nos dicen: eso es imposible, eres demasiado vieja o joven, demasiado guapa o fea, demasiado lista o tonta para hacer eso.

Seguro que te parece un poco exagerado lo que te digo, que no es para tanto y seguro que si oyes a alguna amiga hablándose así le dirías que no es tan dramático, que no se lo tome tan a pecho, pero y tu, ¿como reaccionas cuando las cosas no te salen como esperabas? Cuando no tienes la motivación o la inspiración para hacer lo que de verdad quieres. Se sincera, si te dices que tal vez no eres capaz, que no estás preparada, que tu no sirves para eso, que igual te arriesgas y sale mal, entonces te autofustigas.

A veces no somos conscientes de que lo hacemos, por eso te pido ahora que lo pienses un momento y me digas si tú también te criticas cuando las cosas no son como esperabas o cuando haces algo mal. Y sobre todo, quiero que te preguntes que ganas con autoflagelarte. En mi caso nada, solo hace que mi autoestima se venga abajo y que vaya encogida como la criatura esa pequeña del señor de los anillos.

Por eso ahora eligo no fustigarme, eligo todo lo contrario, hacer lo mismo que haría si alguien a quién qusiese fuera duro consigo mismo, me cuido, me mimo y me ánimo todo lo que puedo. Y te puedo asegurar que ahora me va mejor porque como bien decía Einstein:

creer en ti

 ¿Que puedes hacer?

- Invierte en tí: tenlo claro, tú eres la persona con la que vas a pasar el resto de tu vida

-Haz ejercicio, tu cuerpo es tu carrocería, no lo tomes por garantizado, cuidalo, cuando haces deporte sientes más energía y eso te repercute en todas las áreas de la vida
-Cuida tu alimentación, que no te digo que nunca comas chocolate, eso para mi sería poco realista y tendría el problema de meterme en un engorro por quitarle a un niño el bocadillo de nocilla, pero cuida lo que comes, porque tú lo vales.
-Cultiva tu mente: aprender algo nuevo siempre es bueno, nuestras neuronas están en activo y nos sentimos bien. Como decía BB King: “Lo maravilloso de aprender algo es que nadie puede arrebatarnoslo”.

 -Cambia tu postura corporal: ponte de pie, prueba a encorbar la espalda, mirar al suelo y poner cara de vinagre, no te sientes bien ¿a qué no? Ahora ponte recta, mirada al frente, anda erguida y sonríe, cambia la cosa, ¿verdad?

-Agradecimiento: lleva un diario personal en el que escribas todos los días tres cosas que hayas hecho bien o tres cosas buenas que te hayan pasado a lo largo del día,  si te parecen muchas empieza por una, pero empieza hoy!!!.

-Obsérvate y actúa: Escúchate a ti misma y cuando seas consciente de que te estás hablando mal, cambia lo que te dices aunque en un principio te sientas incómoda. Si te dices: esto me ha salido como el culo, cambía y di por ejemplo: de los errores se aprende y la próxima vez lo haré mejor.

-Actúa como sí: Se trata de actuar como si aquello que quieres lograr lo hubieras alcanzado ya. Seguro que no te pones la misma ropa si tu sueño es trabajar de broker en wall street que si quieres tener tu propio negocio como tatuadora. Esto es un ejemplo simple pero puedes aplicarlo a todo: a tu manera de hablar, de comportarte, de dirigirte a los demas.Si esto te ayuda, escucha a Amy Cuddy, en “Fake it till you become it” en Ted talks,. Te dejo el link en castellano por si te apetece echarle un vistazo.

-Trota por el monte: cuando te estás fustigando porque estás postergando una tarea y no tienes la motivación para hacerla, desconecta un poco, no por mucho pensarlo te va a venir la motivación. Sal a la calle a pasear o vete a dar una vuelta por el monte, pero definitivamente te viene bien cambiar de escenario, a veces poner un poco tierra de por medio te da la energía que necesitas.

-Premiate por las cosas que consigues: En lugar de coger el látigo cada vez que haces algo mal ¿porque no te premias cuando haces algo bien?. A mi me intimidaba un poco pedir un aumento de sueldo en Alemania porque consideraba que no tenía los suficientes recursos lingüísticos como en mi idioma para exponer el tema de la manera más apropiada posible, pero lo hice igualmente y ¿que hice después?, pues comprame un ramo de flores, le debí coger gusto porque ahora lo hago a menudo jajaja. Yo digo lo mismo que Oscar Wilde: 

creer en uno mismo

-Agradece cuando alguien te dice algo bueno: cuantas veces te han felicitado por algo que has hecho bien y has dicho cosas como, en realidad no era para tanto, he tenido suerte. Suerte, ¿Qué es la suerte? Haber trabajado en algo y que te salga bien, no es suerte, es recoger los frutos de lo que se ha sembrado. La próxima vez que te digan que has hecho algo bien o que estás guapa, agradécelo y ten el valor de decir que tú también lo crees.

-Ríete hasta de tu sombra: muchas veces cuando aprendes un idioma nuevo te pones a tí mismo en situaciones embarazosas por malentendidos y cuando lo recuerdas te ries, pues haz lo mismo en tu día a día, desdramatiza tus problemas y riete de ti mismo todo lo que puedas y más. “la raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa” Mark Twain.

-Lee libros que te motiven o biografías: El creador de Ikea por ejemplo no lo tuvo nada fácil en sus comienzos y seguro que se equivocó mas de una vez. Ejemplos como este hay miles y libros que te lo cuentan también. Ya ves, no somo únicas, todos nos equivocamos, nos frustramos, deja el látigo y cambia tu actitud ante el problema. De esto precisamente va a ir mi siguiente post, de mind-set, de como programar nuestra actitud mental para el éxito, si señor, para llevar la vida que nosotras queramos porque todo es cuestión de actitud.

-Ponte música que te motive: será por medios!, sólo con buscar en youtube musica que levante el ánimo encuentras aquello que te puede hacer sentir bien y dejar el látigo a golpe de ratón.

-Meditación: reconócelo llevar el látigo todo el día agota, tensa. Si no has meditado nunca, busca meditaciones guiadas por internet cortitas que te ayuden a desbloquearte. O prueba con meditaciones en movimiento, con mandalas, etc...

Seguro que se te ocurren otras muchas cosas para creer más en tí misma que puedes compartir con nosotras en los comentarios.

Deja el látigo y mejor agarra una flor!!!!

Rosa Parks, un ejemplo de que es posible cambiar el orden establecido

Cuando oí por primera vez la historia de Rosa Parks me emocioné. Que grande que haya mujeres así pensé. Me encanta ver mujeres valientes que son fieles a sus valores y luchan con uñas y dientes para defender sus creencias. No sólo me fascinan estas mujeres sino que les estoy agradecida. Gracias a todas esas mujeres que lucharon y luchan, la situación de la mujer (aunque todavía quede mucho por hacer) en la actualidad ha mejorado considerablamente. En el caso de Rosa Park, no sólo la situación de la mujer sino la situación de toda la comunidad negra en EEUU.


 En fín, voy al grano y os cuento al historia:
En 1955, Rosa Parks tenía 42 años, afroamericana, natural de Montgomery y de profesión, costurera. En aquellos años, los negros sufrían en EEUU la humillación -especialmente en el sur- de no poder compartir con los blancos los mismos lugares públicos: escuelas, restaurantes, salas de espera... la segregación llegaba al punto de que en los baños se mostraban letreros de "sólo blancos" o, directamente, "negros no". 

El 1 de diciembre de 1955, cogió un autobús público para volver a su casa, los blancos adelante y los negros detrás. Parks se sentó en los asientos del medio, que podían usar los negros si ningún blanco lo requería. Cuando se subió un joven blanco ella se negó a ceder el asiento por lo que tuvo que pasar la noche en el calabozo y pagar una multa. Rosa escribió en sus memorias que estaba fatigada y cansada, harta de ceder. Como vemos, a pesar de la dificultad, luchó por sus derechos y se arriesgó a pagar las consecuencias de sus actos.
El caso trascendió y acabó por dar voz a los movimientos por el fin de la segregación encabezados por Marthin Luther King que organizó una oleada de protestas contra la segregación en los autobuses públicos de Montgomery que duró 382 días El caso Parks llegó a la Corte Suprema del país, que declaró que la segregación era una norma contraria a la constitución estadounidense, que declara iguales a todos los individuos de la nación. Un año después, el gobierno abolió cualquier tipo de discriminación en los lugares públicos.

 Debemos el progreso a los insatisfechos.
¿Conocías a esta mujer? ¿Que te ha parecido la historia? Compartelo con nosotros en los comentarios.