Esta sensación la tengo a veces, cuando me da por compararme
con otras personas. Luego caigo en mi error y veo lo absurdo de las
comparaciones, mucho más teniendo en cuenta que realmente no tenemos ni idea de
como le va al otro, cada uno está lidiando su propia batalla.
Pasa lo mismo cuando nos dejamos eclipsar por las
apariencias. El otro día hablé con una amiga que llevaba poco tiempo trabajando
en una oficina, la ubicación era inmejorable y el despacho super moderno,
decorado con mucha clase, hasta el lavavajillas tenía glamour.
Sin embargo, ella empezó a notar cosas raras, demandas de
clientes, falta de pago a los proveedores. No obstante, le llevó tiempo ver lo
que se cocía en la empresa por la apariencia maravillosa que tenía todo.
Igual tú dices, ¿y a mi que me quieres decir con esto? Pues
que seguro que como yo, te habrás dejado eclipsar por la imagen que te da
alguien, igual te has comparado con una persona
porque crees que todo le va fenomenal, porque igual es alguien que con tus
mismas cualificaciones parece que se come el mundo y tu no te comes ni un
churro. Esto a veces puede ser muy desmotivante y te hace sentirte mal, ¿porque
ellos lo consiguen y yo no?
A lo que quiero llegar con todo esto es que es interesante
cuando ves que te dejas llevar por las apariencias o que te comparas con
alguien pararse un momento a pensar sobre ello. Primero de todo, si te quieres
comparar con alguien hazlo contigo mismo, como has mejorado en los últimos
tiempos y que quieres seguir mejorando. Y segundo, comenzar a mirar a los demás
con otros ojos.
A veces no es oro todo lo que reluce:
Por ejemplo, yo que ahora estoy expatriada a veces vuelvo a
España y me encuentro con gente que también está en mi situación, pregunto que
que tal les va y me dicen que muy bien, que todo genial. Entonces yo me pregunto
si seré yo la única que tuvo dificultades para encontrar piso, trabajo u otras
cosas. Luego vas escarbando y te das cuenta que la realidad es otra y que todo
el mundo tiene sus más y sus menos, que a veces te salen las cosas de cine y
que otras veces te salen de cine, pero de cine de terror.
Con esta reflexión no quiero juzgar a las personas que
prefieren ocultar los sinsabores que han pasado, lo veo comprensible, es algo
que te hace sentir vulnerable y requiere mucha valentía. Sólo digo que no nos
dejemos llevar por las apariencias.
Falsa modestia:
También es cierto que a veces pecamos de lo contrario de una
falsa modestia, achacamos nuestro éxitos a la suerte. Todavía recuerdo cuando a
una amiga le salió una estupenda oportunidad profesional y fue elegida entre
muchos aspirantes. Ella me dijo que había tenido suerte. Yo lo que le dije es
que tenía preparación, constancia y experiencia suficiente , eso no es suerte,
eso es recoger lo que uno ha sembrado.
Aprendamos a valorarnos más, a no compararnos y a darnos
nuestra justa valía. Si realmente no te han salido las cosas como tu querías
porque no has puesto toda la carne en el asador admítelo y proponte mejorar
para la próxima vez. Pero si realmente has conseguido algo que te merecías no
lo atribuyas a la suerte, no caigas en la falsa modestia. Lo has conseguido
porque te lo has currado y porque lo vales ¿por qué no decirlo?
Envidia “sana”:
Hay veces que conocemos gente que ya tiene lo que nosotros
queremos y no podemos evitar sentir cierta envidia “sana”. No te voy a negar
que yo la haya sentido alguna vez, todos somos humanos y en algunas ocasiones
caemos en los juicios “lo ha tenido muy fácil” “tiene padrinos”, etc.. Este es
un momento muy bueno para replantearnos nuestra emociones y cambiar el chip.
Si realmente esta persona ya ha conseguido algo que tu
quieres dale la enhorabuena, prueba a transformar la envidia en algo positivo.
Si ella ha conseguido algo que tu quieres es una gran noticia, eso quiere decir
que tu también puedes.
Por otra parte este es un gran momento para mirar a la
persona con otros ojos, examinar si es cierto que todo fluye de manera tan buena
como a ti te parece o no. Entonces aquí se pueden dar dos situaciones, como en
el punto anterior no sea oro todo lo que reluce. O que por el contrario, que
efectivamente esta persona haya logrado lo que tu quieres, con lo cual esto es
una excelente noticia porque te permite:
↠ Modelar: en PNL se habla mucho de modelar, que explicado
de una manera mundana viene a ser tomar como modelo a una persona que haya
conseguido lo que tu quieres y emular su forma de hacerlo. Pongamos por caso
que yo quiero ser conferenciante, está claro que lo mejor que puedo hacer es
seguir a los mejores conferenciantes que
conozca y tratar de asimilar sus técnicas.
↠ Ser auténticos: Una cosa es modelar a otro y otra muy distina perder tu esencia. Que hay más bonito que ser uno mismo y mostrarte tal cual eres. Aquí no se trata de contar nuestra vida,
airear nuestras miserias o por el contrario de mostrarnos siempre felices y
contentos. Simplemente se trata de ser uno mismo, si tienes un día malo pues
tienes un día malo, si todavía no has conseguido lo que quieres no te sientas
mal por ello, ya te lo comentaba en mi artículo todo llega en su momento, las bicicletas no son sólo para el verano
Desde luego yo como coach considero que hay que centrarse en lo
positivo, dejar el rol de víctima y tener claro que eres el capitán de tu vida
pero tampoco es necesario aparentar que todo es fantástico y maravilloso. Todos nos sentimos vulnerables alguna vez, permitetelo. Puedes decir tranquilamente lo que te pasa.
Te diré que además no es lo que decimos, incluso tal vez ni
lo que hacemos, es lo que somos. Es nuestra actitud la que determina nuestro
carácter. Si te fijas hay gente que trata de venderse y no lo consiguen y otras
que resultan ser super carismáticas porque irradian autenticidad por los cuatro
costados. No me quiero alargar con este tema así que si quieres leer más puedes
leer el artículo sobre la autenticidad.
En definitiva que no hay como ser uno mismo, todavía no
hemos visto a ningún tigre presumir de su bravura.
Y tú ¿que piensas? ¿Te has dejado llevar por la envidia y
las comparaciónes? ¿Has sacado algún aprendizaje de ello?. Me encantaría que lo
compartieses con nosotros en los comentarios.
Envidia no siento por nadie por mucho que quieran aparentar o de verdad tengan muchas cosas que yo no, como tu dices el que las tiene es por que se las merece o ha trabajado para conseguirlas, así que cada quien tiene lo que quiere tener.
ResponderEliminarGracias Amparo, cierto cada uno tenemos lo que queremos, el universo nos escucha!
EliminarYo soy más de verlo todo negro y la verdad es que mirar al mundo no anima a verlo de otro color.
ResponderEliminargracias por tu sinceridad, todos tendemos a veces a ver las cosas de manera negativa pero podemos trabajar nuestra actitud y crear una realidad más bonita
EliminarHola :)
ResponderEliminarMuchas veces buscamos en otros nuestras propias carencias, y pasa claro con aquello que nos falta como dices esta comparación en nuestra falta de seguridad... definitivo no todo es color de rosa y hasta mejor, para que queremos todo perfecto, la vida es subidas y bajadas... esto le da sabor a la vida. Compararse es algo que nos enseñan desde pequeños algo mal hecho a mi parecer, siempre compitiendo y te olvidas como dices de la historia detras de cada persona y lo que ha vivido para poder llegar hasta donde esta, con mil éxitos o pocos.. tan acostumbrados a valorar a la gente por el titulo académico o puesto de trabajo que tiene, dejando de la lado a la persona simplemente. Definitivo el mundo no es tan rosa, es gris muchas veces, pero hay que sacar el otro lado para ser felices, quiza con el simple hecho de valorar lo que se tiene.
Paulina, coincido totalmente con todo lo que dices y que importante valorar lo que se tiene!. Mil gracias por tu aportación
EliminarHola! Creo que leí esta entrada en el momento justo. Obvio que como vos tengo mis días y mis días, pero últimamente se me da por pensar demasiado y compararme con los demás, grave error mío. Yo soy yo. Y los demás no importan, a veces se me hace difícil seguir esa línea y tratar de seguir cada consejo que mencionaste, pero se puede. Y hay que quererse! Como somos y aceptarnos. Muchas gracias por las palabras !
ResponderEliminarAnto! me alegra mucho que te haya venido bien el post. cierto, hay que quererse y aceptarse como somos. Gracias!!!!
EliminarHola! creo que tienes razón en que debemos de compararnos con nosotros mismos, nadie es igual, y cada quien lucha con cosas diferentes, y cada quien es bueno para cosas diferentes, así que uno tiene que apreciarse a si mismo y luchar por lo que quiere. saludos
ResponderEliminarMe gusta eso de luchar por lo que uno quiere. Gracias por comentar!
EliminarYo creo que la envidia no es buena para nada, cada uno es como es y ha de intentar mejorar pero sin compararse con nadie, creo que las comparaciones son odiosas. La frase de tu jefe me parece genial y tiene toda la razón además de ser bueno hay que parecerlo porque los demás reciben lo que nosotros mostramos. Buen post, me ha encantado. Besos.
ResponderEliminarGracias!!! si lo que me dijo mi jefe se me quedo grabado, no solo hay que ser bueno sino parecerlo!
EliminarMuy interesante todo lo que explicas, vivimos en un mundo de apariencias, de posturas adquiridas a fuerza de aparentar ser lo que no se es, y justificandonos con frases como "envidia de la buena" quizas si invirtieramos el tiempo en mejorar nuestras propias falencias, no tendriamos tanto tiempo libre para fijarnos en los demás ¿No?
ResponderEliminargracias por compartir
Gracias Maite! efectivamente, coincido contigo, mejor ocuparnos de nuestro propio jardin y no del del otro! cada uno está librando su propia batalla!
EliminarPues hay días en que me he sentido así también, y luego me doy cuenta que no se gana nada bueno cuando uno se compara, que está bien reconocer los logros de los demas pero no hay que quedarse mucho tiempo pensando en ello sino concentrarse en los planes propios y como podemos conseguirlos.
ResponderEliminareso es Rebeca, a concentrarnos en nuestros sueños y a por ellos! gracias !
Eliminarla verdad es que no soy de compararme con los demás ni de sentir envidia porque creo que uno vive la vida que quiere vivir, lucha sus propias batallas y consigue sus triunfos así que no veo que hay que envidiar a otro, un saludo
ResponderEliminarme gusta mucho lo que dices, cada uno libra sus propias batallas y consigue sus triunfos, gracias!
EliminarMe ha encantado esta reflexión y eso que yo no soy envidiosa, ni sana ni insana, porque como bien dices creo que no es oro todo lo que reluce y que cada persona tiene lo suyo, en mayor o menor medida. Además la envidia sólo genera frustración y no es algo a lo que me apetezca enfrentarme. Está claro que si me dices me ha tocado la lotería me voy a viajar por el mundo lo que me queda de vida te diré ostras que guay, me encantaría que me tocara pero ahí se queda todo, me giro y vuelvo a mi vida. Para mí lo más importante ahora mismo es la salud, si tenemos salud podemos conseguir trabajo y a partir de ahí ir labrando nuestro camino, no el del vecino no, el NUESTRO. Un besazo
ResponderEliminarjajaja, me encanta lo que dices de la lotería. Cierto es, a veces valoramos poco la saludo. Eso, eso, labrando nuestro camino, ole! Mil gracias por comentar!
EliminarBueno, la verdad es que la envidia intento no sentirla si te digo la verdad, porque no me gusta desear algo por más de que sea un deseo sano. Aunque claro, no estoy exenta de sentirlo, tampoco te diré mentiras. Sobre los postureos, qué le vamos a hacer, es el pan de cada día y yo estoy un poco saturada y cansada de ellos. Por eso intento ser lo más auténtica posible siendo yo misma y exponiéndome hasta donde yo quiero y no hasta donde las otras personas esperan :D
ResponderEliminarser auténtica me parece primordial, que bonito mostrarnos tal y como somos!!! me gusta la reflexión de exponernte hasta donde quieras y no hasta donde quieran los otros. Gracias!!!!
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