La manera en la que interactuamos con los demás también perfila nuestra identidad y con ello nuestra autoestima. Para poder tener una autoestima sana hemos de desarrrollar la capacidad de poner límites.
POR QUÉ ES IMPORTANTE PONER LÍMITES
Para tener una buena relación con los demás, hemos de
empezar por nosotros mismos, respetándonos, ¿si no te respetas a ti mismo,
quién lo hará ?
Sólo desde el autorrespeto podemos respetar a los demas. Walter Riso.
Vamos a poner una comparativa muy sencilla entre un
restaurante de cinco tenedores y un buffet libre. En algunos de
estos restaurantes tan glamurosos, las raciones tienden a ser más bien
minimalistas, muy bien presentadas eso sí, pero una cantidad limitada, la gente
lo saborea, lo aprecia. En ocasiones en los buffet libres hay quién se llena el
plato hasta arriba y termina dejando la mitad, total no hay límite. Pues así
nos pasa a nosotros cuando no ponemos límites a los demás, nos toman por
garantizado, como si fueramos un buffet libre y no creo que tengas muchas ganas
de que alguién te trate así, ¿a qué no?
A parte de que te tomen por garantizado, hay otras
consecuencias. Por ejemplo, si permites reiteradamente que la gente te falte al
respeto, llega un momento que reaccionas con ira debido a la frustración y
enfado acumulados.
Por otra parte reaccionar con agresividad, además de debilitar enormemente
tu autoestima, no resulta nada efectivo al marcar límites.
¿CÓMO ESTABLECER UNOS LÍMITES SANOS?
Conociéndonos a nosotros mismos y sabiendo cuales son
nuestros límites. Es decir, darte cuenta de cuando alguién te ha
dicho algo que te ha ofendido y lo has dejado pasar por alto, cuando justificas
algún comportamiento irrespetuoso, si te has sentido desatendido o poco
valorado por alguíen, etc...
Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu
consentimiento. Eleanor Roosevelt
Escucha tus emociones, ¿estás enfadado o frustrado con
alguién? examina de donde viene esa emoción. A veces hemos dejado llegar la
situación demasiado lejos y en un acto reflejo reaccionamos con agresividad
porque estamos a la defensiva.
También es interesante darse cuenta en que terrero nos
cuesta poner límites, si es en el profesional, personal, etc….
El hecho de reconocer nuestros límites es muy importante
porque si no lo hacemos a tiempo, la situación escalará y puede ser que cuando
queramos reaccionar ya sea demasiado tarde o lo hagamos con agresividad. Para
ilustrar esto, nada mejor que un cuento :
El sindrome de la rana hervida
Si ponemos una rana en una olla de agua hirviendo,
inmediatamente intenta salir. Pero si ponemos la rana en agua a la temperatura
ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva
de 21 a 26 grados centrados, la rana no hace nada, e incluso parece pasarlo
bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida,
sabe que algo va mal, pero no está en condiciones de darse cuenta de que debe
salir inmediatamente de la olla. Aunque nada se lo impide, la
rana se queda allí y hierve. ¿Por qué? Porque su aparato interno para detectar
amenazas a la supervivencia está preparado para cambios repentinos en el medio
ambiente, no para cambios lentos y graduales. Para aprender a ver procesos
lentos y graduales tenemos que prestar atención no sólo a lo evidente, a lo que
nos cuentan, sino también a lo sutil.
Trata de dejar las cosas claras desde un principio :
Esto implica que muestres desde el principio que es
aquello que te molesta.
-Si no actuas de inmediato lo van a seguir haciendo.
Pongamos por caso que una amiga llega siempre media hora tarde pero tú nunca le
dices nada hasta que después de meses explotas. ¿Cómo crees que va a reaccionar
ella? No va a entender tu enfado porque siempre lo has permitido e incluso tal
vez te increpe tu actitud iracunda.
Practica la comunicación asertiva: di las
cosas desde el respeto y la tranquilidad pero de una manera clara y
contundente. No tienes porque justificarte ni andar con explicaciones,
simplemente expresar tus necesidades.
Recurda que te mereces ser tratado con respeto.
A mayor asertividad mayor será la seguridad en nosotros
mismos
Digamos lo que tengamos que decir. Podemos decirlo
suavemente pero con firmeza, hablando con el corazón. No necesitamos ser
críticos o no tener tacto, ni culpar o mostrarnos crueles cuando decimos
nuestras verdades. Melody Beattie
-Se consistente: si dices que te
molesta algo pero aún así lo sigues tolerando una y otra vez imaginate la idea
que la otra persona se puede hacer de ti, dificil respetarte cuando tu no te
respetas a ti mismo.
Se flexible: marcar límites no implica
rigidez. Si observamos la situación desde la comprensión del otro, nos será más
fácil entender su postura y tal vez lleguemos a un entendimiento que sea
beneficioso para ambos.
-Liberaté de la aprobación ajena : Muchas veces
pasamos por alto determinadas acciones que nos molestan de otras personas
solamente por no discutir. El poner determinados límites te puede llevar a que
ciertas personas desaparezcan de tu vida, sin embargo otros sabrán reconocer tu
valor precisamente por haber sabido poner límites.
-Respeta a los demas y respetate a ti mismo. No
normalices las faltas de respeto en las relaciones de poder. No caigas en
aquello de es mi jefe, no tengo más remedio que aguantarlo. Los límites te
protegen de las faltas de respeto.
En ocasiones, sobrepasamos nuestro límites por una mera
cuestión de supervivencia, pero aquí es importante plantearse si estamos tolerando
una situación porque no nos queda otra o porque nuestra autoestima no está lo
suficientemente alta para reivindicar nuestros derechos.
Si quieres ser respetado por los demás, lo mejor es
respetarte a ti mismo. Sólo por eso, sólo por el propio respeto que te tengas,
inspirarás a otros a respetarte. Fiódor Dostoievski
-Aprende a decir que no: en mucha
ocasiones aceptamos los planes que otros nos plantean aunque no nos apetezca
demasiado solamente por quedar bien. Si te cuesta decir no plantéatelo como
reto y empieza por cosas pequeñas.
Cuando de sabe decir que no, el tiene una sabor
muy distinto. Alejandro Jodorowsky
Marcar límites es una manera de ser integros con nosotros
mismos. No te expongas a situaciones que te agotan, valora tu paciencia e inviertela
en algo que merezca la pena.
-Atiende a tu lenguaje corporal, puede ser que te
encuentres en una situación en la que alguien sobrepasa tus limites y tienes
que soportar a esa persona diariamente, este desgaste puede que te afecte hasta
hacerte sentir cabizbajo. Entrena una postura erguida y que te dé seguridad, el
clásico “fake it till you make it”. Al principio te resultará forzado, luego te
saldrá solo.
-No respondas de inmediato: Si te encuentras en
una situación en la que una persona ha sobrepasado los límites en varias
ocasiones y sabes que estás a la defensiva, igual te conviene calmarte y
responder en otra ocasión antes de dar una respuesta agresiva.
-Celebra tus éxitos: poner límites no es nada
fácil, sobre todo si hemos si estamos acostumbrados a anteponer las necesidades
de los otros, por ello celebra cada paso que des por pequeño que sea.
¿Te cuesta poner límites? Si este artículo te ha servido
de utilidad y sabes que también lo será para otras personas, se generoso y
compártelo con ellas.